lunes, 11 de junio de 2007

De lo Humano y lo Divino

Tenía un amigo, que cuando quedabamos a tomar algo despues del trabajo, me solía decir: "quedamos para hablar de lo humano y lo divino". Muchas veces no llegaba a entenderle. No le encontraba el sentido a la frase.

Sin embargo, con el paso del tiempo, llegue a ser consciente de que esa situación, de quedar con los amigos e intentar salvar el mundo a base de ideas peregrinas al calor de una cerveza, es uno de los pocos momentos que nos salvan de la tediosa cotidianidad diaria. Hace unos días, cenando con unos amigos, nos estabamos riendo contando anécdotas y uno de ellos soltó la también manida frase: "si no fuera por estos momentos". Realmente sólo en ese instante, como si de un flash de cámara fotográfica se tratase,llegas a darte cuenta de la grandeza de la frase.

Muchas veces, en nuestra vida familiar, social, laboral, nos empeñamos en tratar de resolver el mundo, realmente "nuestro mundo", a base de buscarnos preocupaciones y problemas donde no los hay, ya que realmente no tienen la mayor importancia, pero que ejercen de eje giratorio de nuestra terrícola vida.

En esos momentos, me acuerdo de este compañero y me digo a mi mismo: "por que no hablamos de lo humano y lo divino".

miércoles, 6 de junio de 2007

El mejor amigo del hombre

A veces salgo al patio de mi casa a inhalar un poco de nicotina y me quedo pensativo mirando al cielo, dándole vueltas a los problemas cotidianos. Entonces mi perro, que es muy listo y creo que es capaz de leer la mente, coge su pelota y mete su cabeza entre mi brazo, acercandola para que se la tire. Es como si me dijera "no te preocupes que estoy para jugar contigo". Los humanos pensamos que nosotros somos los que jugamos con ellos, pero no es cierto, por algo los llaman animales de compañía.
Muchas noches, a la una de la madrugada, estoy en la cama, esta vez mirando al techo, pero con el mismo "run-run" en mi cabeza. Oigo a mi perro coger la pelota y tirarla una y otra vez contra el suelo, como diciendo "aquí estoy". Sabe que no voy a salir, pero creo que intuye que necesito compañía.
Muchas veces, a algunas personas les llamamos perros, en tono despectivo. Creo que si los perros supieran del mal uso que hacemos de su nombre, no reaccionarían como lo hacemos las personas. Cogerían su pelota imaginaria y meterían su cabeza por debajo de nuestro brazo, dispuestos a jugar una vez más.

lunes, 4 de junio de 2007

NACIMIENTO

Suelo no saber lo que quiero, pero si lo que nó. Sin fin alguno, salvo publicar lo que se pase por mi cabeza nace este blog.