Visitándo el blog del Hombre Irónico, he dejado un comentario que me ha dado una idea para una pequeña composición. El Hombre Irónico habla este mes de la especulación urbanística. Entonces me acordé de algunos "listos" que parcelan el universo y van vendiendo las estrellas del firmamento a la gente, que es tan cursi o tan ególatra, que le ponen el nombre de la amada o el suyo propio, sin darse cuenta de su necedad. Y me ha salido esto:
Algunos compran estrellas,
para ponerles su nombre,
y con ello poder olvidar,
la levedad de su existir.
Mirarán al firmamento,
señalando con el dedo,
complaciendose de sentir,
su brillo cegador.
No tienen alma,
quienes le roban una estrella,
a los ojos nocturnos,
que admiran el cielo.
Pero menos tiene el iluso,
que se apropió del universo,
sin preguntar.
Por que para desgracia de algunos,
y fortuna de muchos,
hay cosas en este mundo,
que no se pueden comprar.
Nadie puede quitarnos
la belleza,
de una noche estrellada.
miércoles, 19 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
13 comentarios:
esta bien, mandalo a lo de narradores
el kebran
Hay una canción de Fito que dice:
El mejor de los pecados.... el haberte conocido
Tu no eres sin mí.... yo solo soy contigo
Y cuidar de las estrellas puede ser un buen castigo
Tal vez no tenga mucho que ver con el poema, pero me parece tan romántico como lo que escribiste...y Romántico en la extensión de la palabra, pues es ese final no lo escribiría alguien pragmático.
Un abrazo
Puedes hacerlo mejor, tío.
tu siempre tocando las narices Rubén, no acabas de entender que por muy filólogo que te creas ser la magia de la literatura no habita en ti pero si en otros muchos que aún sin haber estudiado tienen esa luz y esa capacidad interior.
( ya se que tengo faltas de ortografía "como no soy filóloga")
marisol
Lobo...
no se pueden comprar las estrellas, pero si regalarlas a una persona que amamos... total, siguen allí, y ese regalo es mágico, no???
Sabés... no solo a una persona que amamos (de amor, de pareja, digo), sino a un amigo en penumbras, a un mendigo sin techo, a seres especiales...
Y como sos especial, y aunque estés lejos miramos el mismo cielo, te regalo una estrella, la que más te guste, para que cuando la mires en noches solitarias pienses de que del otro lado del mundo hay alguien mirando el mismo cielo, la misma noche estrellada... y tu estrella...
mil besos amigo
No sé quien está más chiflado si el que las vende o el que las compra.
El que las compra pensándolo bien.
Buen poema.
Saludos.
Bonito poema, por cierto, mi enhorabuena por la publicación de tu relato en el blog de narradores. ¿Cuándo te animas a escribir algo así en el fanzine?
Pues resulta que tengo una ilustración hecha de la Güestia, que es lo mismo que la Santa Compaña, sólo que en asturias recibe ese nombre.¿A que no sabías que en asturias también existen los vampiros?,a tí que te gustan tanto, jejeje. Esta figura está representada por una mujer vieja que la llaman la Guaxa. A lo mejor el próximo dibu que cuelgue sea éste, que seguro que te gusta.
Por cierto, lo del encargo es entonces en serio?, pues me tendrás que decir qué es exactamente lo que quieres y de que tamaño. Bueno, ya hablamos, un abrazo.
Lobo. Hace tiempo te tengo entre mis legibles. No rondaré con muchos comentarios. Pero te delataré ni bien te asomes. Cómo lo he hecho en narradores.
Por mi, un abrazo. Por el gusto de leerte, otro.
Lobo, en mi Blog hay algo para vos...pasá a buscarlo!!!!
besos
A veces insistimos en apoderarnos de cosas que podemos disfrutar todos. La mágia de las estrellas radica enq ue son para todos.
Me encanta volver a casa bajo un cielo estrellado y pienso en lo feliz que es todo el mundo al observarlas como hago yo.
A mi me encanta todo lo que escribes
alcanzar
una estrella
y poder afilarla las puntas,
de eso se trata.
saludos
lobo,
buen texto.
Un placer tenerte por mi ciudad huella...
es cierto, nadie puede quitarnos ese bello espectáculo...
ah...respecto a tu comentario...
no olvidemos que también "el olvido está lleno de memoria"
un beso
Joder, y pensar que todo esto lo ha inspirado el hombre irónico... ¡Hay que jodrse!
Publicar un comentario