sábado, 26 de julio de 2008

Esqueje

Hoy, cerré la puerta,
rodeé el tierno tallo
con mis manos,
y apreté firmemente.

Apreté tan fuerte
que salió
todo su jugo.

Ya entonces sólo quedó marchitarse.
En mis manos inútiles,
dedos y tendones
usados con avarícia.

Su olor era demasiado
sincero para
ser propiedad
de una sola persona.

5 comentarios:

dijo...

Aveces Lobo hacemos eso con la vida.... apretamos demasiado, y no vale la pena su dolor ni su pausa...
Me siento feliz de verte y emocionada...
te quieroooooooooooooooo

Gustavo Camacho dijo...

Lobo, todo cogollo debe ser trasplantado para que dé nuevas plantas. Nuevas plantas con nuevas flores y nuevos sumos y nuevos follajes y nuevos néctares, para que otros y el mundo los disfrute.
Si solo lo cortaste, entonces Lobo, has cometido un crimen por egoismo.

¡Qué bueno verte, joderrr!

Santiago Bertault dijo...

LOs 4 ultimos versos me encantan.
Un saludo, un placer y un honor que te pases por mi blog.

dijo...

Por acá paso de nuevo.
Esperando que salga el sol.
un beso

Unknown dijo...

y tanto apretamos a veces que lo que teniamos cerca, lo que era nuestro, se ahoga y decide escapar, ser para los demás.